dimarts, 21 de desembre del 2010

Ya granada quedó sin voz

13 de diciembre de 2010

Cuando le preguntaron por Granada, contestó que era la única ciudad del mundo que tapa sus ríos y mata a sus poetas, sin embargo siempre bebió su agua y se sentó en su Alhambra para cantarle al poeta.


También dijo que en lugar de considerarse al flamenco patrimonio de la humanidad, la humanidad debería ser patrimonio del flamenco. Hoy Morente ya es patrimonio del flamenco, de la humanidad y de quien quiera acercarse a la genialidad a través de su arte. Nos enseñó que además de Federico, Rafael, Miguel, Manuel y Antonio, Nicolás o Pablo, tenían ritmo de solea y farruca. Que la lagartija trepa con doce tiempos. Que aunque rojo podía decir Aleluya. Que se puede cantar una bulería con botas de serpiente y chupa de cuero. Retó a cuanto guitarrista se le acercó, no con ánimo de achicar, si no lo contrario y nos dejó mucha herencia en su testamento.

El mejor homenaje, una canción en su nombre, con el palo de su tierra y de manos de un amigo.





Gracias

dijous, 12 d’agost del 2010

Para agrandar el alma con algo bello y bueno

Anoche, entre rones blancos, orujos, buena compañía y tertulias en un local regentado por una sonrisa portuguesa, bajo las fotografías de un amigo, recordé un video que mezcla dos estilos musicales con un largo viaje en su maleta. El Flamenco que nace en Oriente para, pasando por Europa al son de la seguirilla o petenera y por África a ritmo de tanguillo o soleá, pararse un ratito en Al-Ándalus a la espera de una carabela para frecuentar las Américas y regresar guajira, milonga o habanera. Y el Fado luso, que también decidió mojarse con el agua salada que le remonta a Brasil, Cabo Verde o Mozambique. Dos estilos que se unen en las voces de un flamenco que, sin tener raíces, encontró su duende y una voz blanca y dulce, garganta ruiseñora de fado. Dos estilos con las seis cuerdas andaluzas y las doce portuguesas. Dos bellezas en una danzada con manos de paloma y corazón jondo.

Espero que les guste